viernes, 8 de marzo de 2013


Etimológicamente, el término de Foniatría viene del griego “phoné, voz, sonídos, e “iatros, médico,
y se utiliza a menudo en el sentido restringido de medicina de las alteraciones vocales.
La voz es la consecuencia de la acción combinada de una serie de órganos (laringe), músculos (intrínsecos y extrínsecos), cartílagos (tiroides), huesos (hioides) y sistemas funcionales (respiración). Es por tanto, no sólo la acción combinada de estos órganos sino del cuerpo en su conjunto, de la postura que adoptemos, de la manera que respiramos, aspectos en que el estado psíquico y emocional de cada individuo juegan un papel importante. (Boone, 1990).
En el ser humano, sin duda, la voz se sitúa al servicio de un lenguaje común, y refleja única y exclusivamente al individuo: puede asegurarse que desde el inicio de la humanidad  no han existido dos seres humanos que hayan tenido exactamente la misma voz. Como el rostro y la escritura, la voz es el infalsificable reflejo de la personalidad.

“Por ello es tan importante su estudio, y esto no quiere decir que solo se van a observar los parámetros de la normalidad sino también sus patologías, ya que creemos que si las conocemos no vamos a abusar de nuestra voz y tomaremos conciencia de lo importante que es para nosotros.”

No hay comentarios:

Publicar un comentario